Con un número cada vez mayor de países que reforman sus leyes sobre la legalización del Cannabis, prestaremos atención a su principal componente psicoactivo: el tetrahidrocannabinol, comúnmente denominado THC. Esta sustancia química se encuentra en las hojas y brotes floridos de la planta de la Marihuana y fue descubierta y aislada por primera vez en 1964. Eso seguramente se refiere estrictamente a la determinación de la sustancia como tal, ya que el Cannabis con fines medicinales ya evolucionó 2800 a.C. en la meseta tibetana oriental. Pero sigamos poniendo todos los ojos en el THC. Fumado, llega al torrente sanguíneo e inicia su viaje al cerebro, donde afecta a las partes relacionadas con la coordinación, el movimiento, el pensamiento, la memoria y el placer.
Desde que el THC puede reclamar oficialmente el título de producto de estilo de vida, han ido mejorando diversas formas de consumirlo. Como las gominolas, que tienen el aspecto de un simple caramelo y son la solución para quienes quieren evitar inhalar humo o complicarse con tintura. Que es otra opción para disfrutar de la marihuana. Sin embargo, lo más habitual es utilizar aceite, que puede introducirse simplemente en un cartucho o comprarse en bolígrafos ya preparados. Y para los chefs que tenemos adentro: cocinar con aceite es sin duda una alternativa entretenida pero, como todas las opciones, requiere prestar atención a ese detalle llamado dosificación. Y a todo eso también podríamos referirnos cuando hablamos del CBD. Entonces, ¿hay alguna diferencia? Pues sí. Sí que la hay. Y como es lo más importante, seguir haciendo preguntas: entremos a responder algunas de ellas.
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE EL THC Y EL CDB?
Ambos se encuentran en el cáñamo y la marihuana como moléculas extraídas del cannabis, conocidas como cannabinoides, pero al interactuar con receptores diferentes, tienen un efecto notablemente distinto en el cerebro humano. Mientras que uno, el THC, provoca un subidón, el CBD no produce esa sensación. Hasta ahora, la ciencia no ha podido revelar la razón de las distintas reacciones, pero se cree que se unen a los receptores de formas distintas.
El CBD se obtiene principalmente del cáñamo, una versión específica de la planta Cannabis sativa. En pocas palabras, las plantas de las que proceden ambas sustancias, THC y CBD, son de la misma especie, pero las plantas de cáñamo contienen menos THC. En diciembre de 2021, la UE adoptó la nueva Política Agrícola Común (PAC), en la que se restablece el nivel máximo de THC en el campo al 0,3%. Dicho esto, cada país define individualmente el porcentaje de la concentración de THC que es base, a juzgar por la ley entre legal e ilegal cuando se habla de CBD y THC. Mientras que en Alemania es del 0,2%, Italia permite el 0,5% y Suiza el 1,0%.
Por el principio de la autorización del THC, el CBD es legalmente accesible en muchos más países y, en la actualidad, la gama de productos disponibles dentro del mundo de la salud y el bienestar ha mejorado enormemente. Puede que ya lo hayas oído: el CBD es también la misión que define a Tom Hemp`s y la base de nuestra selección de productos. Pero por ahora, sigamos centrándonos en los hechos del THC.
¿POR QUÉ EL SUBIDÓN?
Al referirse al hecho de que los cannabinoides se unen a los receptores de nuestro cuerpo, al entrar en el cerebro las moléculas se propagan en las sinapsis y activan determinadas neuronas. La estructura química del THC es similar a la sustancia química cerebral anandamida. Esta es la razón por la que el cuerpo reconoce el THC, lo que le lleva a interactuar con la comunicación de nuestro cerebro. Es como interrumpir el flujo de mensajes entre los nervios y crear el llamado “subidón”.
¿CÓMO SE PRODUCE EL THC?
Se sabe que los cogollos, principalmente de la planta de marihuana hembra, tienen la mayor concentración de THC. Y así es como llegamos a la sustancia para utilizarla de la forma más conocida: fumándola. Todo empieza con una pequeña semilla. Se trata de conseguir una armonía de varias condiciones, como el agua, la luz, el aire y la temperatura, que conduce al crecimiento de una planta sana de la que se cosechan las flores, o cogollos.
Cuando el tiempo ha hecho su trabajo, no existe ninguna regla sobre cómo cosechar de la mejor manera. Pero la clave de todo es el recorte y eso se hace de varias maneras, con un objetivo: eliminar todas las partes que no se utilizarán en el proceso posterior y dañar lo menos posible los delicados tricomas. ¿Quiénes son esos tipos? Las partes peludas de una planta que contienen lo que se busca: THC.
Después de cortar, toca secar los cogollos. Y para finalizar el proceso, se necesita el curado. Es la parte que necesita más vigilancia, con los cogollos colocados en recipientes para que se conviertan en el producto final que se utilizará. Una vez hecho esto, ¿será detectable?
¿DURANTE CUÁNTO TIEMPO ES DETECTABLE EL CANNABIS?
Aunque hay ciertos factores que influyen en el tiempo que el THC es detectable en el cuerpo humano, como el peso, lo que marca principalmente la diferencia es la cantidad y la constancia de su consumo. Según una investigación realizada en 2017, una sola fumada de hierba dura unos 3 días. Consumiendo varias veces a la semana hasta cuatro, era detectable hasta 7 días. Una regularidad superior a esa, hará que los análisis aprueben la sustancia durante unos 30 días.
EFECTOS
Al igual que todos somos diferentes, siendo iguales, también lo es el efecto de la marihuana. Dependiendo de numerosos factores, como el estado de ánimo, el entorno y la cantidad, el resultado de consumir cannabis puede dar lugar a las experiencias más diversas. Dicho esto, la sensación a la que más se hace referencia es la relajación y la euforia. Que los sentidos se estimulen, ver colores más vivos o reírse a carcajadas puede ser sin duda una consecuencia del THC. Pero incluso con la reacción a la sustancia vinculada mayoritariamente a alguna forma de alegría, seguro que hay que tener en cuenta que existe la posibilidad de que algunos se den cuenta de una reacción negativa y la intoxicación puede estar vinculada a ataques de tos, ansiedad y paranoia.
Los resultados de mejora, en una referencia médica, a estas alturas difícilmente pueden negarse. Durante años, el THC se utilizó para tratamientos terapéuticos con efectos positivos en afecciones como el dolor crónico, la lucha contra el cáncer, el tratamiento de la depresión y la ansiedad. Aunque se necesitan más investigaciones y estudios para demostrar los factores curativos causados por el uso médico del THC, varios informes científicos han demostrado el alivio de los síntomas. Basándonos en estos hechos, la legalización ya no debería ser ni siquiera una cuestión, sino un movimiento hacia una distribución y consumo regulados del THC.
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN DE LA LEGALIDAD DEL THC?
El tetrahidrocannabinol en su forma de “colocón” ha sido legalizado en más de 30 países de todo el mundo. Nota al margen: 40 cuando se considera la legalización del uso médico. Aún así, el estatus de legalidad sigue siendo tratado como una droga ante la ley en la mayoría de las zonas del mundo.
Uruguay, al ser el primer país que despenalizó la sustancia, seguramente ha dado ejemplo de lo que sigue siendo un debate en todo el mundo. Por lo tanto, se trata de un tema complejo en el que es necesario examinar cada país individualmente. Dentro de la UE, la situación actual permite considerar que la legalización será algo más que una manifestación en varias agendas políticas. Nombrando a Alemania, donde el proceso está actualmente en construcción, digamos… Pero seguramente con el objetivo de encontrar una solución despenalizada que permita el control de la distribución y la regulación de los grupos de usuarios.
Está claro que sigue siendo un tema importante en nuestra agenda: sensibilizar sobre el THC y su aceptación en la sociedad. Porque como ya sabes el CBD es nuestra misión… y más allá.
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