CANNABIS RECREATIVO EN TAILANDIA: ¿UN SUEÑO HECHO REALIDAD?


Un artículo de team

En junio de 2022, el gobierno tailandés decidió regalar un millón de plantas de Cannabis a la población. Y, aunque a falta de una ley clara al respecto, ha legalizado de hecho el consumo de Cannabis.

Esta es la noticia que saltó a la palestra, ganando visibilidad en los medios de comunicación de medio mundo y ocupando el podio entre las búsquedas más realizadas en la web. Luego, como en el más clásico boca a boca, las redes sociales hicieron que el tema se difundiera sin descanso, llegando a todos los rincones del planeta. El país de las sonrisas, con sus templos budistas, sus playas paradisíacas y su renombrada gastronomía, parece haberse ganado así el título de primer país asiático en abrir sus puertas a la legalización del Cannabis recreativo. Pero, ¿son realmente así las cosas? Intentemos arrojar algo de luz al respecto.

LA HISTORIA HASTA AHORA

Tailandia, al igual que otros países del sudeste asiático, ha llevado a cabo durante décadas una política de dura represión de los estupefacientes utilizando la llamada “Guerra contra las Drogas” como auténtico caballo de batalla por parte de las instituciones. Se prevén penas muy severas tanto para los productores como para los consumidores de sustancias ilícitas. Concretamente, la legislación tailandesa divide a estos últimos en cinco categorías:

  • Categoría 1: estupefacientes muy peligrosos como la heroína
  • Categoría 2: estupefacientes comunes como la morfina, la cocaína y la codeína
  • Categoría 3: estupefacientes en forma de medicamentos basados en sustancias de la categoría 2
  • Categoría 4: sustancias químicas utilizadas en la producción de narcóticos de las categorías 1 ó 4, como el anhídrido acético
  • Categoría 5: estupefacientes que no entran en las anteriores, como el opio y el Cannabis (hasta ahora…)

Las penas previstas en la Ley de Estupefacientes por producir, importar, exportar, vender o poseer estupefacientes sin licencia en relación con la categoría 5 incluyen una sanción de hasta 1.500.000 baht (40.500 euros) y penas de prisión de hasta 15 años.

EL PUNTO DE INFLEXIÓN DE 2022

Los resultados obtenidos en junio del año pasado son una consecuencia directa de las promesas anunciadas durante la campaña electoral de 2019. Anutin Charnvirakul, actual ministro de Sanidad y figura destacada del Partido Bhumjaithai, dejó claro desde el principio: “La marihuana no es una droga que deba ser ilegal, así de simple”. Y una vez en el gobierno, de nuevo el Sr. Anutin, anunció que regalaría un millón de plantas de Cannabis al pueblo tailandés con la intención específica de dar a los ciudadanos y al Estado la oportunidad de ganar dinero con este negocio. Una promesa, al parecer, cumplida.

La ley que entró en vigor eliminó esencialmente la planta de Cannabis y todas sus partes de la Categoría 5 de la Ley de Estupefacientes. Lo que condujo a la despenalización efectiva en lo que respecta a la producción, posesión y consumo de cannabis, con el resultado de más de 4200 excarcelados. Este hecho ha suscitado bastantes críticas por parte de los partidos de la oposición y de algunos sectores de la opinión pública. A estos ataques, el gobierno ha respondido reiterando algunos puntos firmes, como la compra por menores de 20 años o por mujeres en periodo de lactancia, a menos que tengan una autorización del médico que las atiende.

UNA ESPERANZA PARA EL TURISMO

La pandemia de Covid19 supuso un duro golpe para la economía mundial, y Tailandia no fue una excepción (de casi 40 millones de llegadas de extranjeros en 2019 a poco más de 2 millones en el primer semestre de 2022). El cierre de fronteras y las restricciones a los viajes han afectado gravemente a sus ingresos. Al despenalizar el cáñamo, el gobierno intenta abiertamente ayudar la economía del país. La oportunidad para los agricultores y comerciantes tailandeses de dirigirse al turismo interesado en ello, no es un factor que deba subestimarse (la Universidad de Comercio de la Cámara Tailandesa ha estimado unos ingresos de hasta 1.200 millones de dólares para 2025). Y esto lo saben también muchas empresas e inversores extranjeros que, habiendo olfateado el potencial del nuevo negocio, se han embarcado en lo que parece a todos los efectos una auténtica fiebre del oro. Un salvaje oeste, como lo definen quienes desearían una vuelta a la situación anterior o una mayor regulación, ha dado lugar a la aparición de una “zona gris” en la que no es fácil comprender qué es legal y qué no.

USO TERAPÉUTICO

Aunque el anuncio de junio de 2022 pueda parecer un relámpago salido de la nada, en realidad se venía preparando desde hacía bastante tiempo. En diciembre de 2018, el parlamento tailandés aprobó por unanimidad el uso del cáñamo y el Cannabis medicinal. Lo que devolvió a los márgenes de la legalidad un uso que la medicina tradicional contemplaba hasta la década de 1930. En esencia, con esta decisión, miles de pacientes han podido aliviar el dolor crónico y otros síntomas derivados de enfermedades graves mediante recetas de sus médicos de cabecera.

LICENCIAS

Actualmente, el cultivo de Cannabis está permitido a los ciudadanos particulares sin límites de cantidad. Sin embargo, para los aspirantes a cultivadores que quieran lanzarse a este nuevo negocio, es necesario registrarse en el portal gubernamental PlookGanja. Un hecho interesante y, a su manera, cómico, es que tras el anuncio del gobierno, el portal se colapsó tras recibir más de nueve millones de solicitudes en menos de 24 horas. El episodio sólo hace que uno se pregunte por el interés real de una parte de la población tailandesa en la cuestión.

LA ZONA GRIS Y LAS ÚLTIMAS RESTRICCIONES

¿Por qué “zona gris”? Pues… porque, como sostienen por ejemplo muchos juristas, la despenalización introducida por el gobierno no ha ido acompañada de una normativa sólida que pudiera prever y evitar los diversos incidentes desagradables en que podría incurrir un comprador o consumidor. Aunque a la oposición y a parte de la opinión pública les gustaría reintroducir el cáñamo en la lista de sustancias ilegales, la posibilidad de que se dé marcha atrás se considera en el país muy poco probable.

Si quieres evitar problemas, sería bueno que tuvieras en cuenta estos pocos puntos fijos.

  • El consumo recreativo de Cannabis se tolera en espacios privados.
  • Todos los productos derivados del cáñamo no deben superar el 0,2% de THC.
  • El consumo de Cannabis no está permitido en público y puede acarrear multas de hasta 25.000 baht (unos 680 euros) y 3 meses de detención.
  • La venta de Cannabis recreativo no está permitida a menores de 20 años ni a mujeres lactantes.

A la espera de más aclaraciones y novedades, si estás planeando una escapada a Tailandia, sólo podemos desearte una exploración pacífica de este salvaje oeste asiático y todos sus matices de gris.

Buen viaje.

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