Dado que España se encuentra en la lista de los 20 mayores consumidores de cannabis del mundo, hemos decidido profundizar en la situación legal. Una cosa podemos adelantar: Es un panorama complejo.
Con casi el 10% de su población fumando cannabis, el país situado en la Península Ibérica se sitúa sólo después de República Checa y Francia dentro de Europa (Fuente: Statista). Aún así: vender cannabis puede acarrear delitos penales y penas de prisión. ¿Es legal? No. Pero el consumo personal y el cultivo de marihuana por el contrario no es ilegal de ningún modo, siempre que se consuma en casa o en propiedades privadas. Entonces, ¿cómo conseguir cannabis sin verse implicado en la comisión de un delito penal?
Una respuesta es cultivar las plantas de forma privada. Se permite legalmente un máximo de dos plantas por hogar en un espacio que esté a salvo de ser visto por el público. Si esa no es una opción, hay una segunda respuesta: los llamados “clubes sociales”. Los clubes sociales -también conocidos como clubes de cannabis- están muy extendidos por todo el país y suman unos 700 en total, de los cuales unos 400 se encuentran sólo en Barcelona, la capital de Cataluña. Hacerse socio permite fumar cannabis a cambio de una cuota, mientras que la responsabilidad del cultivo está en manos del club. No es raro que se haga referencia a ellos como una zona gris. Pero en realidad los clubes son totalmente legales, ya que son organizaciones privadas que cumplen todos los puntos de la legislación española.
Hacerse socio está ligado a ciertos requisitos, como tener una edad mínima de 21 años, acreditar la identidad y estar empadronado en España. Es habitual, que los turistas utilicen una dirección de AirBnb o una dirección vinculada a un amigo o similar. Ser aprobado aún no es una garantía. Algunos piden recomendaciones de miembros ya existentes, otros no permiten que se unan nuevos miembros. ¿Te imaginas en un espacio dudoso y oscuro que da la impresión de entrar en el metro? ¡Olvídate de eso! La mayoría de los clubes tienen luz natural y puedes encontrarte en los espacios más cómodos. Los toques de arte y estilo, según el que elijas, probablemente formen parte del paquete. Muchas de estas asociaciones también se dedican a otras actividades. Puedes encontrarte con personas que trabajan tanto en mesas como otras jugando al billar o asistiendo a paneles y talleres.
Pero afrontando las verdades: Especialmente la comunidad autónoma de Cataluña lucha con la ley y su vacío en el que los clubes de cannabis encontraron su derecho a existir. Así que queda por saber qué es lo siguiente. Quizás años de discusiones al respecto, igual que ocurrió con el proceso de legalización para uso médico. De hecho, los clubes sociales se crearon originalmente con el único propósito de dar a los pacientes acceso al cannabis, hasta que luego se convirtieron en una atracción para el público en general.
Sólo recientemente se ha dado un paso hacia la legalización mediante una nueva ley que ha aprobado el uso médico. Pero dicho esto: El cómo y el quién siguen sin estar claros. Se ha fijado un plazo hasta finales de 2022 para definir cómo los pacientes pueden adquirir legalmente sus recetas. La Agencia Española de Salud es el principal cerebro que trabaja para establecer procesos eficaces. En una nota del sitio: también han legalizado el Sativex para los pacientes de Cataluña, el medicamento a base de cannabis para pacientes con esclerosis múltiple y cáncer.
El proyecto de ley que legaliza el cannabis para los pacientes se basa en la idea de que los médicos especializados prescriban la proporción de THC:CBD, que luego posiblemente se distribuya a través de las farmacias de los hospitales. Sin duda, la idea del mundo perfecto incluye la autorización para los médicos generalistas y las farmacias comunitarias. Pero en esta fase aun no sabemos nada definitivo. Se dice que hay unos 300.000 pacientes en España que podrían beneficiarse del medicamento. Hasta ahora, era legal que consumieran productos con CBD, sin que cada producto contuviera más de un 0,2% de THC.
Con la oportunidad de acceder al cannabis para curar diversos problemas de salud, sigue sin estar claro quién cubre el coste en los casos de prescripción. Para el OECM (Observatorio Español del Cannabis Medicinal), que desempeñó un papel principal durante todo el proceso de legalización, seguramente se espera que lo cubra principalmente la Agencia Española de Salud.
¿Y dónde queda la legalización del cannabis? Donde estaba antes. Resumiendo: El CBD y el uso medicinal son legales. Pero pensar en un proceso rutinario para que un médico asigne la hierba y hacerla accesible como está previsto sobre el papel, algo de agua correrá por el nilo. Cannabis para uso general: Ilegal. Pero en lugares privados se permite fumar la llamada “ganja” y los clubes sociales siguen siendo el lugar de encuentro para todos los que pretendan hacerlo.
Continuará…
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